Mercurio y Argos (Barroco español)

 

MERCURIO Y ARGOS, VELÁZQUEZ

1. IDENTIFICACIÓN, LOCALIZACIÓN.

Clasificación

Esta obra con el título de “Mercurio y Argos”, está datada en el año 1659, y fue realizada por el conocido pintor Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, siendo posiblemente esta obra una de sus últimas, ya que este murió un año más tarde, en 1660.

Esta obra pertenece a una serie de cuatro mitologías destinadas a ser colgadas sobre ventanas, hecho que explica la longitudinalidad de la obra y el juego de contraluces que crea; estaba destinado a situarse en el Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid. Además, estas obran pretendían ilustrar de forma simbólica el papel de los Habsburgo españoles, siendo los defensores de la fe católica en el momento.

Los otros tres cuadros de la serie se perdieron en 1734, cuando se incendió el Alcázar de Madrid, esta obra en concreto, aunque se salvó, sufrió también algunos desperfectos.

La obra se trata de un óleo sobre lienzo que presenta unas dimensiones de 127 x 248 cm, y en la actualidad se encuentra en el Museo del Prado en Madrid, España.

Descripción

Esta obra nos muestra a dos personajes, a la izquierda Mercurio y a la derecha Argos, los cuales se encuentran recostados sobre el suelo; y en el fondo encontramos una vaca, esta no se ve en un primer momento por los colores utilizados. Argos lo encontramos recostado aparentemente dormido, y Mercurio parece querer levantarse, pues según el mito este se dispone a matar a Argos. Si no fijamos vemos como Mercurio porta diferentes atributos, como su flauta de caña y también muestra como anacronismo un sombrero alado, perteneciente a la época del pintor. Además, vemos como Velázquez se ha decantado por representar el mito de una forma más realista, ya que encontramos a Argos como un vaquero y no como a un gigante de cien ojos.


2. ANÁLISIS FORMAL Y ARTÍSTICO

Aspectos formales

Mercurio y Argos es un cuadro pintado al óleo sobre lienzo, el cual está montado sobre bastidores de madera de 248 x 127 cm. Cabe destacar que en algunas partes de esta obra encontramos algunas de las principales características de Velázquez, como son los pentimenti o arrepentimientos, de lo que es apreciable el uso de la técnica veneciana, la cual se basa en pintar sin bocetos previos, por esto sobre en el hombro izquierdo de Mercurio apreciamos una parte borrada del paño rojo.


En cuanto a la composición, encontramos la más característica de Velázquez. Los cuerpos de los dos personajes se disponen en forma de V o triángulo invertido, de manera que las cabezas son los extremos y el centro queda en la unión de los dos cuerpos. Además, la postura en la que se encuentra Mercurio forma un triángulo, mientras que Argos forma un triángulo del revés. No obstante, la vaca que encontramos en la parte trasera amortigua la fuerza de la composición. Teniendo en cuenta todos estos aspectos llegamos a la conclusión de que la obra presenta una composición triangular, la cual nos genera una sensación de orden, y de rigor, pues crea un conjunto de simetrías que aíslan la obra. Asimismo, debido al carácter apaisado del lienzo y de la obra, esta crea un espacio horizontal y longitudinal que aporta tranquilidad y estabilidad.

Toda esta composición y estructura viene determinada por la acción que se narra, Argos duerme mientras Mercurio desde la penumbra comienza a levantarse sigilosamente, aparentemente con la intención de ver el rostro de Argos. En el fondo encontramos una vaca ajena a la escena que está ocurriendo, esta hace una contraposición al movimiento de Mercurio, que se levanta hacia Argos.

 

En cuanto a los colores utilizados en la obra encontramos una paleta de colores principalmente marrones, que contrastan con el azul del cielo que encontramos en el fondo y con el paño rojo burdeos de Mercurio.

Respecto a la luz, esta viene del centro inferior ligeramente desplazada a la derecha, como si fuera una fotografía y encontráramos un foco bajo la cámara. Esto hace que en la parte central y por lo tanto en los cuerpos encontremos luz, y conforme nos vamos hacia los extremos de la obra veamos más oscuridad y más sombras. Aunque los principales puntos de luz los encontramos en Argos, y sobre todo en sus piernas, ya que se encuentra más iluminado que Mercurio.

Valores artísticos

Esta obra representa el momento en el que Mercurio, el cual lleva un sombrero alado y posee en su mano izquierda un instrumento musical, que se encuentra a la izquierda, se dispone a asesinar a Argos, el cual está dormido a la derecha; Argos estaba dotado de cien ojos designados por Juno para vigilar así a Io. Además, la vaca que encontramos en el fondo representa a Io, quien es una doncella de Argos, además de sacerdotisa de la diosa Hera e hija de Ínaco y Mejia.

Este cuadro de Velázquez representa un episodio procedente de la Metamorfosis de Ovidio, y la historia es la siguiente. El padre de los dioses, Júpiter, para poder amar a Ío ocultamente extiende sobre la tierra una extensa neblina, pero su esposa Juno celosa, sospecha y la disipa. De esta forma, Júpiter para evitar ser descubierto transforma a Ío en una hermosa ternera. Juno, al saber esto, le pide a Júpiter la ninfa como regalo, pero este se niega. Así, Juno se la coloca como su guardián de la vaca a Argos; pues según se contaba, Argos poseía cien ojos, de los cuales sólo la mitad dormía mientras la otra mitad vigilaba. De esta forma, Mercurio enviado por Júpiter va a por la vaca, este duerme a Argos con el poder de su flauta mágica y después lo asesina. Juno, así espació los ojos de Argos en la cola de los pavos, pues era su ave favorita.

Además, esta obra refleja la alegoría de los polos opuestos, pues por una parte tenemos a Argos, la razón, frente a la tentación carnal, Mercurio; esto es apreciable también en los colores, pues mientras que los de Argos son apagados, Mercurio viste de rojo burdeos.

El momento que representa Velázquez en su obra es el previo al asesinato, cuando Mercurio, tras dormir a Argos con su flauta, la deja en el suelo y coge su estapada para corta la cabeza de Argos. Además, esta obra en concreto se caracteriza por representar el mito con una apariencia de realidad. Pues solo podemos diferenciar a Mercurio por su gorro alado, y Argos no está representado como gigante de cien ojos.


3. COMENTARIO

Conclusión o valoración

En conclusión, Velázquez representa un mito de una forma muy realista, hecho que nos acerca más a la historia que cuenta. Vemos reflejado el dolor y la tristeza de unos amantes separados, y todo el drama alrededor de esta historia, los celos y el incalculable poder de los dioses. Vemos reflejado el dolor de la infidelidad contada y como una persona puede matar a otra por querer tener amor, además de la tristeza de dos hombres ante órdenes y acciones que están obligados a realizar. También cuenta como los dioses pueden desatar su ira y su poder en castigos decisivos y radicales.

Por otra parte, el conjunto de aspectos como la composición, la luz y los colores, crean una atmósfera perfecta para el mito.

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