Cristo atado a la columna (Barroco español)
CRISTO ATADO A LA COLUMNA, GREGORIO FERNÁNDEZ
Se trata de una escultura realizada a tamaño natural, en la que se ve a Cristo en una postura erguida, atado por las manos a la columna sobre la que reposa su peso corporal, (así como su pierna derecha) una semicolumna dórica de mármol negro, de influencia italiana. Las cuerdas que atan a Cristo por las manos también forman parte de la obra, y le otorgan un mayor realismo a la obra. La imagen destaca por su perfecta anatomía a tamaño natural, como ya se ha comentado con anterioridad. También destaca por el realismo de sus heridas y llagas en la espalda, las cuales fueron realizadas con corcho humedecido en barniz.
La obra es una de las joyas más valiosas del barroco castellano y se podría calificar sin ninguna duda como “el David de madera” por atrevida que suene dicha afirmación. Además de una escena de la Pasión, representa un determinado ideal de belleza masculina de proporciones casi perfectas. Se sabe que en su origen formaba parte de un grupo escultórico mucho más amplio, compuesto por varios sayones que acompañaban a la figura principal en una reproducción de la Flagelación llamada “El Azotamiento de Nuestro Señor”. La obra de Gregorio Fernández, junto con la de Juan de Juni y la de Alfonso Berruguete, representa el mejor exponente de esta escuela, a pesar de que su estilo personal fue evolucionando durante su carrera.
Para hacernos una idea de la importancia y repercusión de la obra, cabe destacar que aún a día de hoy, la imagen sigue desfilando en procesiones actuales. Desfila en una carroza de plata con tres niveles y cuatro grandes lámparas cerradas, realizada a principio de la década de los años 40 (1900) y sustituyó a unas sencillas andas de madera. Se trata de la primera carroza diseñada para ser guiada sin lanza, de modo que se empuja desde el interior sin necesidad de ser guiada desde el exterior. Algunas de las procesiones en las que hoy sigue desfilando esta magnífica talla son:
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La Procesión del Santísimo Rosario del
Dolor: en la tarde del Lunes Santo, acompañado por la Hermandad Penitencial de
Nuestro Padre Jesús atado a la Columna, desfila en segundo lugar representando
el Segundo Misterio.
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La Procesión de la Peregrinación de la
Promesa: en la noche del Martes Santo es llevado hasta la iglesia de la
Pilarica por su cofradía titular, donde los cofrades prometen guardar silencio
durante la procesión del Viernes Santo.
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La Procesión de la Regla de la Santa
Vera Cruz: la madrugada del Jueves Santo es acompañado por la Cofradía
Penitencial de la Santa Vera Cruz.
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La Procesión General de la Sagrada
Pasión del Redentor: la tarde del Viernes Santo es acompañado por su cofradía
titular junto a los otros dos que posee la cofradía y que le preceden.
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