El festín de Herodes (Quattrocento)

 

EL FESTÍN DE HERODES

 

“El Festín de Herodes” es un bajo relieve esculpido en bronce perteneciente al estilo renacentista, más concretamente a la primera mitad de la etapa del Quattrocento. Es una obra de Donatello di Niccolò di Betto Bardi, más conocido como Donatello; y se encuentra en el Baptisterio de Siena, decorando parte de la pila bautismal, por haber sido elegido en 1423 para colaborar en aquella obra. Representa una escena de la Biblia y se llevó a cabo desde 1423 hasta 1427.



Hoy en día continúa en su lugar original, algo extraño dado el valor que tiene, pero se conserva en buen estado aparente.


DESCRIPCIÓN

En la presente obra se muestra un episodio bíblico del evangelio de San Mateo y San Marcos; se presenta la escena del festín de Herodes, en la que la cabeza de Juan Bautista es traída ante el rey Herodes en una bandeja, porque había sido previamente encerrado por él por incitación de su amante, que era la mujer de Herodías; el hermano de Juan Bautista. Durante la ceremonia, la hija de la amante de Herodes, Salomé, hizo una danza que consiguió persuadir a Herodes hasta el punto de que le concedería el deseo que quisiera, y esta, influenciada por su madre, le pidió que le cortaran la cabeza a su tío, Juan Bautista, por haber condenado al rey Herodes por tener como amante a la mujer de su hermano.

Toda esta historia de desarrolla en tres escenas separadas claramente por pilares unidos con arcos de medio punto y unos muros de media altura, para diferenciar las estancias. La primera representa el momento concreto en el que dos hombres le traen la cabeza de Juan Bautista al rey Herodes, que está sentado a la mesa, mientras Salomé a la derecha observa la entrega, y queda horrorizada por darse cuenta de que ella pidió que eso ocurriera. Los dos comparten expresiones de terror, y sus rostros muestran gesto de asco, sorpresa y desasosiego ante tal situación. En la segunda habitación, se está realizando una actividad en torno al festín; hay tres personas, y aunque no está claro lo que está sucediendo, puede ser que sea la danza de Salomé. Por último, en la tercera estancia, se puede observar la secuencia en la que la cabeza de Juan Bautista es llevada a manos del verdugo hacia el banquete.


ANÁLISIS

Aspectos formales

Nos encontramos ante un bajo relieve de bronce dorado, con unas medidas de 60 cm de lado (soporte cuadrado), el cual muestra una composición lineal horizontal, marcada por las estancias del castillo, acompañado del sistema arquitectónico de pilares y arcos. Además, del centro parte un punto de fuga claro, del que parten las líneas compositivas; estas crean una perspectiva en profundidad, y crean un fondo muy realista gracias a la famosa técnica que desarrolló Donatello, llamada stiacciato, en la que, a partir de esculpir minuciosamente las distintas escenas en niveles con una diferencia milimétrica entre ellos, aporta esta gran sensación de volumen y profundidad sin necesidad de esculpir un alto relieve.

Dada la maestría de esta técnica, la obra cobraba un sentido realista, a la par que profundo y oscuro teniendo en cuenta en lo que estaba basado y el detallismo que consigue en los rostros, muestra una escena pesada y cargada de horror; se acentúa gracias al cromatismo dorado, ya que acentúa las expresiones, creando un contraste con la luz y las sombras más brusco. Aun así, tenía un fin estético dentro del Baptisterio, para la pila bautismal, en la que colaboraba con otros artistas.

 

Valores artísticos

“El Festín de Herodes” representa escenas bíblicas con personajes religiosos, que aparecen de cuerpo completo; aunque no se trata de un retrato, tiene una función totalmente religiosa, ya que las escenas representadas son extraídas de un evangelio, y además están destinadas a decorar la pila bautismal. Por otro lado, la escena representada está dotada de una fidelidad y realismo asombrosos, teniendo en cuenta el tamaño tan pequeño y la técnica tan sutil que se utiliza; esto se puede observar en los rostros esculpidos, y en todo el interior del castillo.

La, ya antes comentada, historia en la que se basa esta obra, es un festín en el que hay cantidad de personas moviéndose, bailando, comiendo; por ello es dinámica. El movimiento general de la escena, y las posturas de los personajes con esa expresividad en los rostros nos permite sentir todas las emociones que evocan sus caras, ante lo que ocurre, y el sentimiento general que ofrece la obra. Son el horror, la sorpresa, el susto, el desconcierto y el miedo las expresiones que reinan por el asesinato del personaje principal.

Estas son unas de las características más típicas del Renacimiento. Este relieve es una obra con gran valor, y hoy en día sigue en el mismo lugar de la Catedral de Siena; algo extraño dad su importancia.

 

COMENTARIO

Es indiscutible que Donatello dejó una huella eterna en el mundo del arte, y concretamente en su época y estilo.

Aunque “El Festín de Herodes” no sea una de sus obras más emblemáticas, ciertamente tiene una peculiaridad especial ya que fue la primera que creaba para donarla a otra ciudad que no fuera Florencia. Su objetivo por tanto, era expandir y representar un estilo propio; y de sus características más notorias, fue la técnica del stiacciato , maravilloso tratamiento del volumen y del detallismo, que a día de hoy se sigue valorando y ha influido mucho en estilos posteriores. Fue un gran referente del Renacimiento.

 

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