San Miniato al Monte (Románico)

 

IGLESIA DE SAN MINIATO AL MONTE

1. IDENTIFICACIÓN, LOCALIZACIÓN.

Clasificación

La Iglesia de San Miniato al Monte se encuentra situada en uno de los sitios más elevados de Florencia, el Mons Fiorentinus en la colina di San Minato, más concretamente en la orilla izquierda del Arno.



Esta iglesia se caracteriza por ser una rara obra arquitectónica dentro de la ciudad de Florencia, pues es un templo románico que contrasta con el arte renacentista abundante en esta ciudad.

El origen de esta iglesia se encuentra en el siglo III, cuando en las colinas que rodean Florencia se construyó una capilla dedicada al primer mártir cristiano florentino, San Miniato. Pero esta capilla fue completamente transformada en el siglo XI, cuando el obispo Hidelbrando propuso la construcción actual del templo, la cual continuó bajo las órdenes del emperador Enrico II, por lo que se desconoce el autor original de esta obra.

Las obras para construir esta iglesia empezaron en 1018, y más adelante en 1090 el potente gremio del Arte de la Lana pagó la fachada de estilo románico, con los característicos cuadros de mármol blanco y verde. Además, en el centro de esta fachada encontramos un mosaico del siglo VII en el que encontramos a Cristo en el Trono mientras bendice a la Virgen y a San Miniato. Cabe destacar que comenzó siendo un monasterio benedictino, pero desde 1373, este complejo está habitado por los monjes Olivetanos.

Descripción

En aspectos generales lo que destaca de esta iglesia es su fachada, en la que encontramos diferentes mármoles blancos y verdes organizados figuras geométricos. El interior de esta iglesia es inusual, ya que encontramos el presbiterio y el coro sobre una plataforma, y a su vez sobre la cripta. La Basílica cuenta con tres naves, siendo la del centro una obra de Michilozzo hecha en el año 1486.
Está separada de las otras naves por medio de arcos, recogidos por cuatro pilares compuestos. También destacan las columnas y capiteles, ya que son desiguales, pues fueron reutilizados de edificios romanos y bizantinos. El techo de estas naves es de madera y posee una semicúpula del ábside, recoge un bello mosaico de Pantocrátor.


2. ANÁLISIS FORMAL Y ARTÍSTICO

Aspectos formales

Lo primero que atrae de esta basílica es su fachada, la cual se comenzó en el siglo XI, probablemente en el año 1090. Esta, en la parte inferior muestra cinco arcos sostenidos por columnas verdes que presentan base y capitales corintios en mármol blanco, además poseen arquerías de medio punto, fustes lisos y pilastras, y ventanas y puertas adinteladas.


Por otro lado, en la parte superior, encontramos dos frontones simétricos en las naves laterales, los cuales están decorados con mármol blanco y serpentina verde de Prato. En el centro encontramos un pronaos tetrástilo el cual se sujeta en cuatro pilastras, dividiendo este espacio en tres. En el centro de este pronaos encontramos una ventana enmarcada por dos columnas con cabeza de león en el extremo inferior, y encima de esta ventana encontramos el mosaico “Cristo entre la Virgen y San Miniato” de 1260. El frontón que remata la fachada está decorado con un águila, símbolo del Arte di Calimala. En 1518 fue levantado el campanario, siguiendo los diseños de Baccio d'Angiolo.

Observando la planta y la sección vemos como este edificio es un rectángulo dividido en tres partes iguales por dos arcos fajones, encontrando así tres naves longitudinales, siendo la central más ancha y alta que las laterales, y acabando en un ábside semicircular. Además, en la sección encontramos tres pisos: en el tramo de la cabecera, la cripta (piso inferior) y el coro/presbiterio elevado a los que se acceden por dos escaleras laterales. Del interior destaca su suave iluminación y además encontramos una joya de la arquitectura románica: tres naves, un presbiterio elevado y una cripta.

La nave central presenta una bóveda de artesones de madera policroma mientras que encontramos un pavimiento de mármol el cual presenta en el centro una decoración inspirada en los signos del Zodiaco. En el fondo de esta nave se aprecia una elegante Capilla del Crucifijo, construida por Michelozzo en 1448.



 La nave lateral izquierda se caracteriza por la capilla del cardenal de Portugal, Lacopo di Lusitania, esta presenta una planta de cruz griega construida por Rossellino, discípulo de Brunelleschi. Detrás de la nave central encontramos una verja de hierro forjado que permite el acceso a la cripta, la cual se construyó a comienzos del siglo XI. Esta está dividida en siete naves muy pequeñas (tres centrales y cuatro laterales) mediante treinta y ocho pilares gráciles y sobredorados. Esta Cripta alberga algunos fragmentos de los frescos extraordinarios que Taddeo pintó allí. Además, en teoría contiene los huesos de San Miniato.


El coro mantiene la tarima original del siglo XIII, además de incrustaciones de madera en los bancos. En la cóclea del ábside apreciamos un mosaico de estilo bizantino de 1280, el cual representa a Jesús flanqueado por la Virgen y Santos. Se piensa que ese mosaico lo realizó el mismo artesano que creó el mosaico localizado en la fachada. Por otra parte, encontramos la sacristía recubierta por frescos del pintor toscano Spinello Aretino, el cual describe episodios de la vida de San Benito; esta sacristía es de estilo gótico, pues fue construida en 1387. Además, desde esta sacristía se accede al claustro decorado en 1440 por Paolo Uccello.


Valores artísticos

Esta obra arquitectónica es de carácter honorífico, pues muchos de los elementos que encontramos son utilizados para honrar a personas. Un ejemplo de esto es el águila situada en la fachada, que hace referencia a los comerciantes, que financiaron y mantuvieron esta Basílica.

La iglesia de San Miniato al Monte se caracteriza por ser una de las escasas muestras de la arquitectura románica florentina, obteniendo este nombre a partir del primer mártir florentino llamado Miniato, ya que en este lugar fue sepultado. Además, se cuenta que el propio Carlomagno acudió al lugar en peregrinación, siendo así como se mandó a edificar el inicio de esta iglesia, que era una pequeña ermita, la cual fue ampliada en el año 1018 por el obispo Hildebrando, completándose los elementos decorativos en el siglo XIII.

 

3. COMENTARIO

Conclusión o valoración.

En conclusión, esta obra arquitectónica, la Iglesia de San Miniato al Monti, se caracteriza por su fachada, pues presenta una decoración con mármoles blancos y verdes. Este aspecto exterior tan relacionado con el románico toscano contrasta con partes del interior que se han datado del renacimiento. El origen de esta iglesia era una pequeña capilla construida en el siglo III en honor a San Miniato. Se trata de una obra es de carácter honorífico, ya que encontramos diferentes elementos que honran a personajes. Además de trata de una de las pocas muestras de la arquitectura románica florentina.

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