Madonna de Foligno (Cinquecento)
MADONNA
DE FOLIGNO, RAFAEL SANZIO
Madonna de Foligno es una obra del artista Rafael Sanzio
realizada entre los años 1511 y 1512.
La técnica usada en este cuadro es óleo sobre lienzo y tiene
un tamaño de 320 centímetros de alto y 194 de ancho.
Pertenece al cinquecento, que comprende todo el siglo XVI.
Actualmente se encuentra en el Musei Vaticani o Museos
Vaticanos, en la Ciudad del Vaticano.
La obra fue encargada para la iglesia de Santa Marina en Aracoeli en Roma, pero fue trasladada a la Iglesia de Santa Ana en Foligno, hasta que fue llevada a París donde la pintura se transfirió de la tabla al lienzo. Después volvió a Italia (1816), donde el Papa Pío VII decidió que se quedara en Roma.
Esta obra está divida en dos partes, una con un paisaje
celeste en el que aparece la Virgen con Jesús y otra terrenal donde aparecen
San Juan Bautista, San Jerónimo, San Francisco de Asís, Segismundo de Conti y
un querubín en el centro.
En la zona inferior, aparece en la izquierda San Jerónimo
presentando a Segismundo de Conti, la persona que encargó el cuadro, vestido
con una túnica roja, que se encuentra orando a la Virgen. En este lado, casi en
el borde, podemos observar una cabeza de león.
A la derecha aparece San Juan Bautista de pie señalando a la
Virgen y con una cruz en la mano y mirando hacia el espectador. A su lado está
San Francisco de Asís arrodillado, también con una cruz en la mano y orando a
la Virgen.
En el centro aparece un querubín que también mira hacia la
Virgen. En sus manos sostiene una cartela que originalmente iba a llevar una
inscripción a modo de dedicatoria.
En la parte superior, aparece la Virgen con el Niño sentada
delante del sol y rodeada de nubes en forma de ángeles.
Este cuadro es de carácter religioso. Aparece la Virgen como centro de todas las miradas.
Las figuras que aparecen en la parte inferior del cuadro
adoptan una forma de semicírculo, completando así, con el de la zona superior,
un círculo. La forma circular se repite en la aureola de la Virgen y el arco
iris que aparece en el paisaje.
Que San Juan Bautista aparezca mirando al espectador y
señalando a la virgen, es una manera de influenciar e invitar al espectador a
venerar a la Virgen y al Niño.
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