Lamentación sobre cristo muerto (Gótico)
LAMENTACIÓN
SOBRE CRISTO MUERTO, GIOTTO
1. IDENTIFICACIÓN, LOCALIZACIÓN
Clasificación
Esta obra conocida como “Lamentación por la muerte de Cristo”, con título original “Compianto sul Cristo morto”, es del autor Giotto di Bondone, el cual fue un adelantado a su tiempo. Este nació en Colle di Vespignano (pueblo cercano a Florencia) y su fecha de nacimiento sigue siendo motivo de controversia, al igual que algunas de sus pinturas, aunque claramente se data entre los siglos XIII y XIV, perteneciendo así al gótico. Esta obra en la actualidad se encuentra en la Capilla de los Scrovegni, en Padua, Italia.
Giotto es considerado el gran innovador del Trecento florentino, al ser
quien impuso el gusto por la individualidad naturalista, la expresividad serena
y la perspectiva real, dejando atrás los modelos bizantino y gótico de la
figura bidimensional representada con colores planos. Sus avances
revolucionarios se adelantan al Renacimiento y son el fundamento imprescindible
de los hallazgos de Masaccio, Leonardo o Rafael.
Tuvo como maestro al célebre pintor
Cimabue. Así se fue labrando un nombre y fama, realizó tres grandes ciclos de
frescos; uno de ellos muy polémico ya que se duda de su autoría, se trata de
los frescos de La Vida de San Francisco en la Basílica de San Francisco de
Asís, también trabajó en la Santa Croce alrededor de 1320; y finalmente otra
serie de frescos en la Capilla de los Scrovegni, en Padua, Italia, la cual
alberga este genial ejemplo del genio de Giotto y tenía como fin la redención
de los pecados del padre de Enrico Scrovegni. Respecto a la obra, esta tiene
unas dimensiones de 200 x 185 cm, y se data entre los años 1305 y 1306.
Descripción
El fresco de la Lamentación de Cristo está
situado en la pared norte de la capilla de
los Scrovegni, en un tamaño de 200 x 185 cm. Esta obra plasma un
drama con un dolor conmovedor por el realismo de los rostros, las lágrimas y
los gestos de los numerosos seguidores reunidos alrededor del cadáver.
Destacan tres figuras: María le acoge con
amor maternal en sus brazos, María Magdalena sostiene sus pies (relacionando
esta acción con el día que le conoció) y San Juan asiste de cerca al momento,
que como testigo privilegiado narrará en su Evangelio, mientras Nicodemo y José
de Arimatea, a la derecha, acompaña el dolor. La mayoría de los personajes que
encontramos en esta obra son santos señalados con el nimbo sagrado.
2.
ANÁLISIS FORMAL Y ARTÍSTICO
Aspectos formales
“Lamentación
sobre Cristo muerto”, es una obra pictórica que reproduce el dolor de un grupo
de personas ante la muerte de Cristo. Se trata de una pintura situada en un
mural al fresco, puesto que es parte de una capilla totalmente decorada por el
autor.
La capilla decorada con las pinturas de Giotto fue
mandada edificar por Arso Scrovegni, señor de Padua. Y estos frescos forman un
conjunto de treinta y ocho escenas que recogen momentos de la vida de San
Joaquín, Santa Ana, la Virgen y Jesucristo, así como una representación del
Juicio Final.
En esta
obra no se aprecian apenas pinceladas y la textura es tersa y mate, además de
que las figuras están bien contorneadas por líneas nítidas y precisas. Además,
podemos observar que la paleta de colores gira en torno a los colores
primarios, pues el cielo presenta un azul intenso, la mayoría de los ropajes
tienden hacia el burdeos, y encontramos el dorado en las aureolas; creando esta
combinación de colores una armonía perfecta. Y en cuanto a las figuras, se ven
claramente gradaciones de color las cuales producen un volumen bastante real,
aparte de que la luz ambiental incrementa los volúmenes.
Aunque
encontramos estas características que incrementan los volúmenes, no hay en la
obra ningún interés claro y deliberado por el espacio. No hay profundidad en el
paisaje, ya que este aparece o muy cercano o alejado, provocando que todo
interés se concentre en la primera escena que se encuentra en primer plano.
Respecto a la composición de las figuras, esta es
sencilla, ya que podemos agrupar a los personajes, encontrando dos en la
derecha, tres figuras femeninas en el centro, otras tres figuras rodeando el
cuerpo de Cristo y otro grupo indefinido de sujetos a la izquierda. Lo que
caracteriza a esta composición es el hecho de que no es simétrica y además
desplaza la escena principal, con el protagonista que es Cristo, hacia la
izquierda. Además de esto, esta obra está dividida en dos partes, por una línea
ascendente, que es la muralla; dividiendo así la acción principal que ocurre en
el suelo de los ángeles que encontramos en la parte superior.
Los personajes que
encontramos en esta obra son retratados con características individuales, tanto
en el cuerpo como en el rostro, esto es apreciable en la volumetría carnal, la
tridimensionalidad enfatizada por las líneas amplias y redondeadas, y también
destacan los colores, pues encontramos una gama
cromática cálida, en la que destacan los colores vivos y matizados, con un
cierto acercamiento al naturalismo, a lo que ayudan los ropajes.
Valores artísticos
Este fresco de Giotto representa la lamentación y la deposición ante Cristo
muerto. Podemos apreciar como el cuerpo inerte de Cristo es recibido por María,
que lo besa, además, está acompañada de las tres Marías (María Salomé, María de
Cleofás y María Magdalena), podemos distinguir a estas de los demás personajes
por las aureolas doradas sobre sus cabezas, al igual que el resto de las
figuras santas, como son San Juan, que abre los brazos con una actitud
patética, y San José de Arimatea y Nicodemo, los cuales contemplan la escena
conteniendo la emoción.
También llaman la atención los dos personajes que se sitúan en el margen derecho, ya que en un primer momento parecen no participar en ese llanto o lamentación colectiva, pero si se observa detenidamente podemos apreciar una actitud tan humana y naturalista como es el reprimir un sentimiento o pena, siendo posible conectar dicha instantánea con las celebraciones funerarias del momento que muy seguramente Giotto frecuentaba para representar la tristeza que luce en el fresco.
Además de esto, es destacable
el muro en pendiente, pues este refuerza el centro de atención de la obra ya
que se pierde de vista justo detrás del acompañamiento de mujeres que rodean a
la Virgen, además de que divide la obra en dos partes. En su cúspide
encontramos un árbol seco, que viene a simbolizar el luto de la naturaleza por
la muerte de Cristo.
En
la parte superior de la pintura encontramos saliendo de un cielo azul intenso
una decena de ángeles llorosos, entristecidos, agónicos, que presentan gestos de dolor, estos
acompañan a los tristes personajes que encontramos en la escena inferior.
Por otro lado, también es
altamente apreciable el sentimentalismo que reflejan las figuras, en las que
detectamos su capacidad de amar y sufrir. La representación de Jesús como un
mortal humano nos lo acerca a nuestra sensibilidad, haciendo que su muerte solo
haya sido una etapa hacia su resurrección.
En relación con el color, en el
momento en el que Jesús ha sido descendido de la cruz. Los
colores enfatizan la conmoción del momento. Giotto juega con el
contraste entre los colores ácidos y el de la escena lúgubre, que parecen no
cancelarse ni contrarrestarse entre sí. Por el contrario, generan una imagen
dura a la vista, que evidencia la intención de generar confusión y angustia en
el espectador.
Es
destacable, además, que la escena se compone en un espacio creíble, un paisaje
de montaña con cierta perspectiva empírica (todavía no ha llegado el tiempo de
la perspectiva lineal), en el que las figuras se mueven de forma natural, como
si asistiéramos a una escena teatral.
Por otra parte, los
frescos de Giottode la Capilla Scrovegni serían la expresión del gusto burgués
y antiseñorial de Italia, pero las aportaciones de Giotto a la evolución del
arte van más allá, pues descubre el volumen y la relación con el espacio del
cuerpo humano, tal y como ocurre en la realidad. Esto tiene relación con la
influencia que tiene Giotto de la escultura, pues existe una tridimensionalidad
que viene dada por las características escultóricas.
3. COMENTARIO
Conclusión
o valoración
Para
finalizar, las figuras de Giotto se caracterizan por mostrar corporeidad y
sentimientos, característica de la pintura gótica, pero este autor rompe con la
manera tradicional de pintar que existía en este momento en “Italia”. Respecto
a la obra comentada, nos encontramos ante una de las obras maestras de Giotto,
que cambió la concepción que existía de la pintura.
La obra
muestra la nueva sensibilidad religiosa existente en la baja Edad Media de
manera que el dolor ante la muerte se representa en toda su crudeza. Este dolor
y soledad lo encontramos en los personajes de la parte inferior, pero a estos
sentimientos se suman los propios ángeles que encontramos en el cielo, además
de la naturaleza, apreciable en el árbol seco.
Esta obra
marca la transición de manera magistral de la visión atemporal romántica, hacia
el camino que llevará al naturalismo renacentista. Pues Giotto influencirá de
manera notable en artistas de la talla de Masaccio o Miguel Ángel.
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