La catedral de San Isidro (Barroco español)
LA
CATEDRAL DE SAN ISIDRO
IDENTIFICACIÓN
La “Catedral de San Isidro” es una obra arquitectónica del Barroco
español, que originalmente se comenzó a construir en el siglo XVI, pero los
arquitectos Pedro Sánchez, que se encargó de su construcción hasta 1633, año de
su fallecimiento; se encargó de la fachada, cierta parte del crucero y de la
nave, hasta la cornisa. Mientras que Francisco Bautista, dirigió el resto de la
obra desde 1634 hasta 1676, tiempo en el que se construyeron las bóvedas, la
capilla mayor y se creó la cúpula.
Representa el Patrón de Madrid, ya que se utilizó como sepulcro y es la más importante de esta ciudad.
Se encuentra ubicada en la calle Toledo, en el número 37, en
la ciudad de Madrid, en España.
DESCRIPCIÓN
Ante nosotros, podemos observar una catedral barroca, que, en el exterior, muestra una gran fachada principal, que centra y resume de una forma clara todo el edificio. Consta de tres partes: dos de ellas son las dos grandes torres que se erigen para enmarcar un pórtico abierto. Este se compone de un arco de medio punto con columnas gigantes a los lados y ventanas que abren la parte central. Por otro lado, observamos la balaustrada que se encuentra justo en la parte superior, y que, además de servir como terraza y crear hueco para que se observe la cúpula con claridad, sirve de límite del cuerpo central y hace más notorio el espacio y la altura de las torres que la flanquean.
Por último, y casi lo más importante, nos
encontramos bajo la cúpula encamonada, gracias a esta técnica, la luz entraba a
través del tambor, en el cual se podían abrir ventanales, y el cupulín que
hacía iluminar perfectamente ese punto concreto. Está creada con ladrillo vivo
y posteriormente enyesada.
ANÁLISIS
Aspectos formales
Para la creación de este edificio, se han
utilizado materiales como la piedra para todo el exterior, en la cúpula
concretamente predomina el ladrillo vivo por fuera, y el ladrillo enyesado
posteriormente se encuentra en el interior. Se utilizó plomo y pizarra para el
cupulín. Y como detalle, el uso de la
madera en la talla de Jesús del Gran Poder.
Su
sistema arquitectónico ya mencionado, es la planta de cruz latina, con una gran
cúpula ubicada sobre el crucero, con un contrapicado maravilloso y una
verticalidad punzante. Además, en la fachada exterior existe un gran espacio
entre las dos torres, lo cual les da un aspecto airoso, y la extensa terraza
sobre la nave central, ofrece una visión directa hacia la magnífica cúpula.
El cromatismo es muy rico, y cabe destacar el
dorado por encima de ninguno, el mayor representante del Barroco. Visible en el
interior de la cúpula y toda la decoración alrededor de la iglesia.
Por último, cabe destacar, el cierto tenebrismo de esta catedral, que se resuelve de una forma muy característica y que le da un aspecto celestial, con la cúpula, la cual ilumina, justo la zona del crucero, y deja así el retablo más visible.
Valores artísticos
Esta catedral tenía una función religiosa, y
más proviniendo de un estilo jesuita original. Era y es una catedral católica,
por lo que mucha gente la visita hoy día y desde su creación para practicar su
fe y a modo de adoración y culto a Jesús.
Por otro lado, representa fielmente el estilo
Barroco gracias la abundante vistosa decoración recargada de los retablos,
dentro de los arcos de medio punto que enmarcan las capillas, además de los
entablamentos. Además, una cornisa bordea a la iglesia por completo resaltando
aún más la presencia de las bóvedas. Todo esto aporta una horizontalidad que
dota a la obra arquitectónica de solidez, además de una presencia de fuerza
arrolladora.
A parte encontramos gran dinamismo al ver la
mezcla de tantos estilos, y por ello de recursos diferentes. El entablamento es
el mejor reflejo, pues tiene influencias clásicas, y sin embargo mantiene el
detalle barroco. El manierismo sigue presente en los retablos por cómo están
dispuestos. Todo ello, por supuesto, muy recargado y con todo lujo de detalle
en las esculturas, y sobre todo en la Virgen de la Macarena, y en la
espectacular talla, antes mencionada, de Jesús del Gran Poder. Dotadas de una
sensibilidad y emoción muy potentes.
COMENTARIO
En conclusión, podemos observar que lo que, a
lo mejor no eran objetivos, pero se convirtieron en logros, es que está
considerada la catedral más importante de Madrid, no solo por toda la historia
que esconde, pues son 40 años de construcción en los que convergen muchos
estilos y artistas diferentes los cuales les dan cada uno su estilo y
personalidad propios.
Desde las influencias arquitectónicas de los jesuitas, las cuales ya venían derivadas de un estilo temprano del Barroco Italiano; pasando por la ruptura con el herrerianismo que conllevó la dirección de la obra por parte de los arquitectos Pedro Sánchez y Francisco Bautista, ofreciendo su estilo Barroco español puro. Y además terminando, en la época de la Ilustración, con las modificaciones que dotaron de un estilo renovador neoclásico a esta gran catedral, de la mano del artista Ventura Rodríguez.
Toda esta mezcla de estilos ha llevado a la
Catedral de San Isidro, nuestro patrón (Madrid), a lo más alto en cuanto a
representación del Barroco español se refiere.
Así lo reflejó Antonio Ponz, cuando citando a la fachada de esta catedral, se refirió a ella como “la más grandiosa de Madrid”.
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