Judit decapitando a Holofernes (Barroco italiano)

 

JUDIT DECAPITANDO A HOLOFERNES

El título original del cuadro Judit decapitando a Holofernes, en italiano, es Giuditta che decapita Oloferne.

La técnica usada es óleo sobre lienzo. Tiene un tamaño de 199 centímetros de alto por 162 de ancho.

Esta obra es de la pintora Artemisia Gentileschi y pertenece al Barroco.

Actualmente se encuentra en la Galleria Uffizi en Florencia, muy cerca de varios cuadros de Caravaggio, con el cual a veces se le compara.


En esta obra, Artemisia Gentileschi representa el tema de la biblia de Judit.

El general Holofernes había sido enviado a Betulia para conquistarla. Judit se ofreció para salvar a la ciudad y junto a su criada fue a pedir asilo al campamento de Holofernes, con la condición de que le dejase salir a rezar. Holofernes cegado por la belleza de Judit accedió. Le organizó una fiesta y durante la cena, cuando estaban a solas, Judit le cogió su cuchillo y lo decapitó. Metió la cabeza en un saco y como tenia permiso para rezar pudo salir sin problemas.

Aparece Judit sujetando la cabeza de Holofernes con su mano izquierda y con la derecha sujeta el cuchillo con el que lo está decapitando. La criada está sujetando a Holofernes por los brazos y este forcejea con ella.

En esta obra se aprecia de manera muy clara los claroscuros y el realismo, así como el dramatismo, muy propios del Barroco.

A diferencia del resto de pintores de la época que representan siempre a mujeres jóvenes, y delicadas, Artemisia destaca por representar a mujeres maduras y fuertes.

La pintura representa la muerte de Holofernes de una manera realista y muy cruel, como suele ocurrir en el Barroco.

Artemisia Gentileschi nació en 1597 y pinto este cuadro con tan solo 23 años. Gracias a su padre, también artista, pudo recibir una educación artística ya que encontró un profesor que accedió a enseñarle. Destacó ya que fue una de las pocas pintoras del período renacentista que pudo trabajar y vivir como artista.

La interpretación tradicional de la obra es que representa el deseo de venganza y de justicia de Artemisia contra el hombre que la violó, que casualmente era su profesor. Artemisia pintó este cuadro poco después de que esto ocurriese.

En conclusión, Artemisia Gentileschi se hizo notar entre los pintores de la época, por su gran habilidad artísticas y por ser una de las pocas pintoras reconocidas. Aun así, la autora se deja influenciar por algunas técnicas y técnicas del Barroco.

Esta obra, junto a su testimonio, la convirtieron en un icono feminista del siglo XX.

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