Catedral de Burgos (Gótico)
CATEDRAL DE BURGOS
Esta magnífica catedral es una de las obras cumbre del gótico español y cronológicamente la primera representación de la arquitectura gótica clásica en la corona de Castilla y toda España. Anteriormente había una catedral románica (en el mismo sitio), la cual fue edificada entre los años 1080 y 1095, en el espacio que una vez ocupó el palacio de los Reyes de Castilla, donado por el Rey Alfonso VI al obispo Don Jimeno.
El obispo Mauricio, en su camino hasta las
tierras del Sacro Imperio Germánico atravesando Francia para recoger a la
futura esposa de Fernando III, Beatriz de Suabia, observó la grandeza del
gótico que se estaba erigiendo por aquellos años en Francia. De modo que
influyó en el monarca para un nuevo y ambicioso proyecto. Burgos era una ciudad
regia, moderna y en expansión hacia Europa gracias a las alianzas políticas y
al camino de Santiago. Por todo ello se necesitaba una nueva Catedral, acorde
con el rango e importancia de la ciudad, la que por aquel entonces era la
capital del Reino Castellano-Leonés.
La primera piedra de la catedral se colocó el
20 de Julio de 1221. Con arquitectos y maestros franceses se inicia la primera
construcción, que sigue el modelo de Notre Damme, logrando así para Castilla y
León la primera catedral gótica de la Península, que serviría de modelo a las
siguientes construcciones del Reino Castellano-Leonés. Se perciben dos fases
constructivas claramente identificables: la del estilo gótico clásico (ss. XIII
y XIV) que desarrollan los primeros maestros; y la segunda, de estilo gótico
flamígero, protagonizada por la familia Colonia.
La construcción fue relativamente rápida;
estando ya concluidos en los primeros nueve años el coro-ábside, la cabecera y
las naves de girola con sus capillas absidales, quedando disponible para el
culto en 1230, año en que se realizó la primera consagración. A partir de ese
momento se empieza a derribar la catedral románica, la cual había permanecido
intacta hasta entonces. En una fecha cercana a 1240 se hace cargo de las obras
el segundo maestro, del que se conoce su identidad, el Maestro Enrique (también
trabajó en la catedral de León). Se continúa con la finalización de la nave del
crucero y sus portadas, además de iniciar la nave central y las laterales, que
quedarían rematadas en 1260, año en el que se consagró todo el templo. El
Maestro Enrique decide modificar el planteamiento de la anterior cabecera y
transformarla radicalmente (no se sabe la causa de esta decisión).
Habían pasado 39 años desde el inicio de su
construcción, tiempo récord en la construcción de una catedral. Aun así, el
templo se sigue ampliando y enriqueciéndose con nuevas edificaciones. En el
último tercio del siglo XIII se construye un claustro nuevo al lado de la nave
sur de la girola, además de que se construyen varias capillas desde finales del
siglo XIV hasta el XVIII.
En la segunda mitad del siglo XV se construyen
tres obras de importancia fundamental en la catedral: La Capilla de los
Condestables; las agujas y el cimborrio (que se sustituyó a partir de 1539 por el
que se ve actualmente). Las ampliaciones al conjunto se concluyen en el siglo
XVIII con la nueva sacristía y la Capilla de las Reliquias.
En su totalidad, es un edificio abovedado con
crucería simple en tramos rectangulares. A pesar de seguir modelos franceses,
en esta catedral en Burgos se concibe un alzado mucho más cerrado que el etéreo
gótico francés. Los principales grupos escultóricos de la catedral se
concentran (como es habitual en el gótico) en las portadas, pero también en la
Galería de los Reyes.
La conocida Puerta del Sarmental quizá sea el
elemento más destacable del exterior de la Catedral. La puerta fue construida
entre los años 1235-1240.
La Portada de la Coronería corresponde al muro norte del transepto y se abre a la calle Fernán González, por donde llegaban los peregrinos del Camino de Santiago. Debido a la inclinación del terreno, la calle se encuentra a un nivel superior que el suelo del templo, de modo que la puerta se encuentra abierta en alto y se ha de comunicar con el interior mediante la famosa Escalera Dorada, obra de Diego de Siloé. Esta puerta se construyó aproximadamente en 1245. La parte de la Puerta de la Coronería fue reformada en el Renacimiento, por lo que se perdió el parteluz original del siglo XIII y que probablemente llevaría la estatua de Cristo.
En el tímpano se representa la escena del
Juicio Final, donde aparece Cristo mostrando las heridas de manos y costado. El
Cristo tiene a los lados a la Virgen y San Juan. Cuatro ángeles sujetan los
distintos elementos de Pasión: cruz, lanza y columna. Bajo el dintel es donde
se desarrolla el juicio propiamente dicho.
En las jambas observamos el Colegio
Apostólico, motivo habitual en la iconografía de este tipo de puertas, aunque
con la particularidad de que aquí se muestran con sus atributos e instrumentos
de sus martirios. En las arquivoltas aparecen numerosos ángeles y en las más
externas se continúa con la representación del Juicio.
Las puertas de la fachada oeste es probable
que fueran levantadas entre los años 1260 y 1265. La parte inferior de esta
fachada no se ha conservado en su estado primitivo del siglo XIII, al ser
destruida y restaurada durante el siglo XVIII. Pero gracias a grabados
anteriores a su destrucción y a la descripción de Antonio Pons, hoy en día se
sabe que la temática principal de estas puertas era de tipo mariano, en el que
se desarrollaba el ciclo iconográfico de la Dormición y Coronación de la
Virgen.
La puerta que comunica el claustro con el
transepto es la más tardía de todas, siendo construido a finales del siglo
XIII. Posee una iconografía de una calidad excepcional en el tímpano: el
Bautismo de Cristo, que situado en el centro inmerso de medio cuerpo en las
aguas lo recibe de San Juan Bautista. En las arquivoltas se colocaron las
estatuas de diversos personajes del Antiguo Testamento que forman parte de la
genealogía de Cristo.
En la fachada principal hay que observar la
llamada Galería de los Reyes, que está situada por encima del rosetón. Bajo los
arcos agudos de tracerías con cuadrifolios se dispusieron las estatuas de ocho
reyes coronados y de gran finura escultórica.
El claustro, que está situado al suroeste del
templo entre la girola y el brazo sur del transepto, comenzó a construirse a
finales del siglo XIII, y fue concluido en los primeros años de la siguiente
centuria.
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